miércoles, 23 de febrero de 2011

Los cambios en la figura después del embarazo

La eterna interrogante de todas las mujeres mientras se encuentran en la dulce espera, es el saber cómo quedará su cuerpo una vez que ese hermoso ser que esperan con ansias esté por fin a su lado. Para poder afrontar ese momento con toda la tranquilidad necesaria, debes estar informada acerca de lo que te ha sucedido en realidad y ser consciente en todo momento que ese cambio es temporal y en poco tiempo volverás a recuperar tu figura

El cambio es normal, tu cuerpo ha vivido una conmoción. Se ha transformado por este acontecimiento, no reconoces tu silueta y no entras en tu ropa de antes, sientes tu piel menos tonificada y más seca, especialmente en la zonas del vientre, caderas, muslos y pecho, es natural que sumado a tu orgullo por ser mamá se sume la necesidad de sentirte un poco más femenina.

Lo que ha sucedido es que tu piel se ha modificado, fragilizada por los trastornos hormonales del embarazo y las consecuencias del parto. Los estrógenos han favorecido el almacenamiento de grasas, al estimular la actividad de los adipocitos (células grasas de la hipodermis) que se cargan de lípidos.

El aumento de peso y el aumento de volumen del útero han sometido a la piel a fuertes distensiones mecánicas, su capacidad elástica puede ser insuficiente y cuando vuelve a la normalidad, la piel parece quedar más flácida porque ha perdido su tonicidad.

También debes tener en cuenta que el aumento de peso es variable de una mujer a otra y que cada cuerpo tiene su propio metabolismo, así que el peso puede tardar varios meses en normalizarse, por lo que debes tener mucha paciencia.

En ocasiones, bajo la influencia combinada del efecto de las hormonas y del estiramiento de los tejidos, las fibras de colágeno y elastina que garantizan la elasticidad de la piel, se estiran y se rompen, lo que ocasiona la aparición de las temidas estrías. Parecidas a las cicatrices, paralelas de color rosado o violáceo cuando son recientes, con el tiempo las estrías se vuelven blancas y quedan instaladas de forma permanente en tu cuerpo, principalmente en el vientre, los muslos, las caderas, las nalgas y el pecho. Para prevenirlas conviene aplicarse cremas especifícas, desde el primer día del embarazo.

Informada de lo que realmente sucede en tu cuerpo, será más facil asumir este cambio y paulatinamente marcarte una dieta y una tabla de ejercicios para poder volver al peso que tenías antes de estar embarazada. Si estás en el periodo de lactancia, debes tener mucho cuidado con las cremas que te aplicas y los complementos alimentarios para delgazar, ya que casi todos son incompatibles con este periodo.

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