lunes, 21 de febrero de 2011

Deshacernos de la grasa localizada

Tal vez lo más difí­cil de bajar de peso es deshacernos de esos últimos kilitos de más, que por lo general se acumulan en el abdomen. Y a pesar de que hay muchos “productos mágicos” que nos ofrecen tener la barriguita plana en menos de lo que “canta un gallo”, al final su efecto rebote nos dejan peor de como estábamos.

Por eso, es mejor llevar un tratamiento a largo plazo con el que notemos los efectos poco a poco y de manera segura. Ese es el caso del Lipomodeling, que más que un tratamiento responde a un plan de trabajo compuesto de cuatro técnicas para eliminar el tejido adiposo extra y afirmar la piel sin los riesgos de la cirugía.

Una vez efectuado el diagnóstico del paciente, se lleva a cabo la primera técnica, que es la lipoescultura enzimática, la cual a pesar de su nombre no recurre al bisturí­ para sacar la grasa localizada, sino que aplica dentro del tejido adiposo una mezcla de solución salina con enzimas lipolíticas y la respectiva anestesia para no causar dolor.

Con tres sesiones de la lipoescultura -realizadas cada quince dí­as- se procede a la mesoterapia, en la que colocan nuevas sustancias lipolíticas sobre la capa superficial de la piel para dar un efecto modelador.

En paralelos a las cinco sesiones semanales de mesoterapia viene el ultrasonido, que disuelve aún más los residuos de grasa. Y se finaliza con diez sesiones de electroterapia, cuya función es tonificar el tejido muscular para quitar la flacidez de la piel.

En total el Lipomodeling se realiza en 18 semanas (4 meses y medio) en los que podemos observar un cambio sostenido de nuestra figura sin temor a que sea una ilusión. Se puede realizar tanto en el abdomen como en otras zonas del cuerpo, siempre y cuando sea para eliminar la grasa localizada, ya que un problema mayor requiere de un tratamiento integral.

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