miércoles, 2 de marzo de 2011

Adelgazar bailando

Además del goce que rumbear produce, el baile puede quemar hasta 500 calorías por hora. Y puede brindar aún más beneficios con una rutina constante que nos haga mover de la cabeza a los pies.

Las calorías quemadas al bailar ayudan a tonificar los músculos del cuerpo y, por ende, a darnos más resistencia física. Asímismo, permite una mejor oxigenación de la sangre y fortalece nuestro corazón, haciendo más dinámica la circulación. Y por supuesto, es una de las mejores actividades para bajar de peso.

Estudios realizados por universidades norteamericanas indican que algunos bailes como el cha-cha-chá, la polka, la samba, el vals vienés y el swing elevan el ritmo cardíaco hasta producir el mismo efecto cardio-respiratorio que una sesión de aeróbicos. Las investigaciones también demuestran que un bailarín promedio de square dance o baile de salón se ejercita en una noche cual si hubiera recorrido 5 millas.

Por otro lado, cuando realizamos el baile como un ejercicio permanente, aparte de llenarnos de gran energía y buen ánimo, nuestras habilidades musicales tienden a afinarse. Así que si carecemos de cierta ligereza al ejecutar una danza o nuestro oído presenta deficiencias para captar el ritmo, la mejor solución es poner los pies al ataque con mucha persistencia y ahínco.

La única consigna para que el baile se convierta en un ejercicio de efectivos resultados es que sea hecho con mucho ritmo (al menos, intentar acercarnos a él) y verdadera pasión. Y, sobre todo, gozando cada movimiento. Prueben un ágil merengue o una envolvente salsa. Notarán cómo se dejan seducir por la música mientras van obteniendo una estilizada figura. La invitación está hecha. Que se abra la pista.

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